“La creación de algo nuevo no se logra con el intelecto, sino por el instinto lúdico que actúa desde una necesidad interior. La mente creativa juega con los objetos que ama”
C. J. Jung
Información
Nació en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, Argentina. Pasó su infancia en un casco antiguo al sur de la provincia, rodeada de naturaleza genuina y afectos entrañables.
Obras
“Cuando decide, quizás llevada por algún encuentro azaroso con un objeto, una tela, un alambre o una madera, explorar un medio nuevo, se da entonces el momento de un breve interludio”.
(Lucia Warck-Meister)
Interludio
Texturas, colores, memorias y recortes. Nudos, alambres, pintura, flores, y sueños. Las ideas y las obras de Verónica Fogg corren como un río de aguas bravas. Seguir esa corriente nos demanda un ejercicio de velocidad y atención. Es allí cuando descubrimos que a esas aguas aceleradas les siguen remansos. Esos momentos de pausa, de reflexión -podemos intuir- se dan cuando la artista cambia de medio.
Cuando decide, quizás llevada por algún encuentro azaroso con un objeto, una tela, un alambre o una madera, explorar un medio nuevo, se da entonces el momento de un breve interludio.
Si pudiéramos volver en el tiempo y remontar el río una vez más, nuestro barco podría hacer ancla en:
LAS PINTURAS: borbotones, salpicados y texturas se entremezclan sobre las telas de blanca rugosidad. Acompañando la energía de Fogg, las telas nunca están en un caballete. Ni la artista sentada frente a ellas. Las pinceladas y los gestos acompañan las telas que unas veces están en la pared, otras en el piso, a veces sobre una mesa. Este cambio de ubicación en el espacio nos obliga a seguir luego en esa pintura ya realizada, un camino que había andado la artista. Sus abstracciones, manchas en movimiento y colores en fuga nos hablan de una constante agitación.
LOS COLLAGES: aquí ingresa la palabra, el texto recortado, el pequeño gesto. Todos fragmentos de universos diferentes que son reunidos en una nueva conversación sobre hojas de papel ya gastadas por el tiempo. Todos los elementos, nos cuenta la artista, han sido encontrados fortuitamente, han descansado en la oscuridad de un cajón, para volver a reencontrarse en un juego de afinidades.
LOS TEXTILES: puedo decir que presencié el nacimiento. Estuve ahí cuando Vero Fogg juntaba retazos de telas, pequeños botones y objetos de pasamanería, que habian sido guardados por su madre muchos años antes. Memorias, recuerdos, amor, sanación, se convirtieron en inmensos collares. Cada uno de ellos nos habla de un momento particular. Hay pequeñas flores, botones tejidos, lazos de seda. También hay nudos, enredos, cueros rasgados.
LOS ALAMBRES: resortes de colchón, oxidados, rescatados de su abandono en la calle, son cuidados, protegidos y recubiertos por lanas y sedas de vivos colores. Son luego instalados en la pared, a manera de estandartes, contrariando nuevamente su relegado espacio horizontal. Crean un ambiente celebratorio. De identidades diferentes. Del encuentro de lo diverso en un solo lugar donde no hay cabida para las contradicciones.
Este recorrido con necesarios interludios, quizás pautados de forma inconsciente, nos incita a seguirla y descubrir qué nos propone en la próxima vuelta del camino o en un remanso del río.
Lucia Warck-Meister
New York, Mayo 2022